Los mejores momentos del Simposio ACIS 2015
Muchas gracias a nuestros fotógrafos Andrés Eraso, Alejandro Beltrán y Lina María Hernández.
Muchas gracias a nuestros fotógrafos Andrés Eraso, Alejandro Beltrán y Lina María Hernández.
El 11 y 12 de septiembre de 2015 la Asociación Colombiana de Investigadores en Suiza (ACÍS) organizó, con el apoyo de Colciencias, la Universidad de Ginebra, SWISSAID y la Asociación Colombia Vive, en las instalaciones de la Universidad de Ginebra, el Simposio “¿Hasta cuándo tendremos agua en Colombia? Del problema global a las soluciones locales”.
El evento reunió cerca de 80 actores colombianos y suizos de la academia, del gobierno y de ONGs, con el fin de discutir los trabajos actuales de investigación y las líneas de acción política en torno a la contaminación y escasez de agua en Colombia, y de abrir perspectivas de cooperación en la materia entre Colombia y Suiza. Las memorias del Simposio, que incluyó 19 presentaciones y dos talleres participativos, se podrán consultar próximamente en la página web de ACIS (www.acis.ch).
El Simposio reiteró que en la actualidad hay una crisis mundial del agua. Sus causas son múltiples y la acción del hombre sobre la naturaleza está en el centro de la problemática. Ante esa crisis está articulándose una movilización internacional para encararla con la seriedad que exige un reto de este tamaño. Las palabras lapidarias de François Münger, Jefe del Programa Global de Iniciativas sobre Agua y Saneamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), resumieron lo que está en juego para la humanidad: “El siglo XXI es azul; o no es”. Colombia debe seguir sumándose a la movilización internacional que le está poniendo la cara a esta crisis.
La sostenibilidad del agua en Colombia se encuentra hoy en entredicho. Durante el Simposio ACÍS, los protagonistas de la investigación académica en materia de agua intercambiaron ideas, interactuaron, y descubrieron oportunidades de apoyarse mutuamente y de trabajar en conjunto. Se demostró que existen oportunidades de diálogo y cooperación entre científicos colombianos radicados en el país, la diáspora académica de colombianos en Suiza y la comunidad científica helvética en materia de gestión del agua.
Los colombianos nos debemos despedir de una vez por todas del mito de la abundancia de los recursos naturales. De un lado, como lo subrayó Nohra León, Profesora de la Universidad Nacional de Colombia, debemos pensar más en términos de flujos que en términos de stock: la aparente abundancia en el stock nos distrae de la velocidad alarmante del deterioro ambiental y de la degradación del agua en el país. De otro lado, las cifras aparentemente menos graves que exhibe el país en un nivel agregado no deben servir de consuelo: éstas obedecen a que algunas regiones del país, como la Amazonía, se encuentran relativamente bien conservadas. Sin embargo, en otras regiones – en particular, las más pobladas del país – la degradación del agua y la sostenibilidad de su suministro están en estado crítico.
Urge activar un estado de alarma en la población colombiana, en particular ante los dos principales peligros que amenazan la sostenibilidad del agua: su agotamiento y su degradación. Mientras algunas prácticas agrícolas y mineras atentan contra el ciclo del agua, impidiendo su reposición, otras prácticas la contaminan, a veces de manera irreparable. Como bien lo explicó Julio Fierro, Profesor de la Universidad Nacional de Colombia, en un abrir y cerrar de ojos un recurso considerado fuente de vida puede convertirse en un diseminador de tóxicos y de muerte. Estar alerta implica informarse, conectarse con otros e intercambiar saberes y opiniones con el fin de luchar contra la tentación por el desinterés y por el derrotismo.
La academia debe reconocer al gobierno, al sector privado, a la sociedad civil y demás actores del estado como entes que requieren permanente sensibilización. El simposio sirvió como espacio para hacer críticas muy serias al actual gobierno por su política ambiental, pero también para reconocerle otros signos positivos, como el patrocinio de COLCIENCIAS para la realización de este evento. Si bien muchos deterioros del agua son ya irreversibles, como sociedad aún tenemos margen de maniobra para actuar en muchas áreas. Primero, para actuar es necesario que nos armemos de un espíritu crítico y constructivo, dos cualidades complementarias. Segundo, para actuar es necesario usar con audacia todos los canales de intervención que nos ofrece la gobernanza moderna: los medios de comunicación, las redes sociales, la movilización pacífica de las comunidades y, por supuesto, la producción científica.
La sostenibilidad del agua y la problemática ambiental son problemas complejos cuyo estudio requiere de un permanente diálogo interdisciplinar. Éste es, sin duda, uno de los mayores retos académicos que tenemos enfrente. Convocar un diálogo interdisciplinar –como lo fue el Simposio ACIS– es apenas un prerrequisito para que la interdisciplinariedad tenga lugar, y no su objetivo consumado. Dos cosas podemos hacer los académicos, expertos y actores para asumir ese reto. Primero, seguir haciendo esfuerzos por salir de nuestras zonas de confort disciplinar y versarnos en las disciplinas ‘ajenas’. Segundo, debemos adaptar nuestros trabajos de investigación para todos los públicos. Sin este esfuerzo se disminuye la sinapsis entre el experto y su público, y con ello, el impacto potencial de su producción científica.
El simposio confirmó que una concepción “humanista” y “sagrada” del agua no es incompatible con que a ésta se le aborde como un servicio ecosistémico o un servicio público. La investigación del indígena ecuatoriano Alonso Cartuche en su comunidad fue especialmente ilustrativa de este aspecto y debería servirnos de inspiración para que le inyectemos una dosis de pragmatismo a la discusión de la gestión del agua. ¿Que el agua es vida y se trata de un derecho? Sí, afirmaba Cartuche. Pero no por ello hay que dejar de concientizar a la comunidad para que recolecte los recursos suficientes para garantizar el suministro en el largo plazo.
El fruto del Simposio ACIS 2015 no fue sólo la realización del evento en sí. Igual de relevante es la ‘siembra’ que hizo el simposio en sus participantes para el largo plazo. Cabe mencionar las pistas de investigación individual futura que suscitó el intercambio de ideas y la inter-sensibilización de todos los participantes. Además, el evento fue una ocasión privilegiada de networking entre investigadores radicados en Colombia y en Suiza, de la que están surgiendo oportunidades concretas de trabajo conjunto, tanto en el plano de la investigación científica como en el plano del diseño e implementación de políticas.
El Simposio ACIS 2015 se propuso buscar respuestas a la pregunta: ¿hasta cuándo tenemos agua en Colombia? La gravedad de la situación nos lleva a sugerir una respuesta incómoda: el agua nos dura pocos años si no nos movilizamos. ACIS decidió dedicarle esfuerzos a la realización de este evento y poner así la sostenibilidad del agua sobre el tapete. Deseamos que esos esfuerzos inspiren por igual a académicos, a sociedad civil, al sector privado y al gobierno, y que se traduzcan en una institucionalidad ambiental más sólida, eficaz e inclusiva en el país. Los insumos del Simposio, que aquí se resumen, se pueden erigir en principios valiosos para la investigación; para el diálogo entre todos los actores sociales y políticos, el cual es prerrequisito indispensable para una adecuada gestión del agua; y para la toma de decisiones políticas en el país, la cual exige responsabilidad y una reflexión sobre el largo plazo.
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